Page 103 - El Poder del Metabolismo
P. 103

EL PODER DEL METABOLISMO


               experiencia de ayudar a miles de personas a bajar de peso me
               ha a demostrado que un desayuno alto en proteínas (ejemplo:
               huevos con jamón con media rebanada de pan) logra que una
               persona suba su metabolismo y pueda tener oportunidades de
               bajar  de  peso.  Si  la  proteína  es  en  forma  de  una  batida  de
                                †
               proteína de whey , entonces los resultados serán mejores.

                     Hay  una  frase  popular  que  expresa  lo  que  debe  ser
               nuestra  alimentación.  La  frase  dice  “deberíamos  desayunar
               como  un  rey,  almorzar  como  un  príncipe  y  cenar  como  un
               mendigo”.  Esta  frase  es  una  verdad.  La  comida  más
               importante  del  día  es  el  desayuno.  Se  llama  “desayuno”
               porque es el momento de “romper el ayuno” de las horas en
               que el cuerpo estuvo durmiendo y reparando. El periodo más
               largo en el que nuestro cuerpo está sin alimentos es durante
               las horas de sueño.

                     La  comida  más  liviana  del  día  debe  ser  la  cena.  Los
               alimentos  están  compuestos  de  energía  condensada.  Comer
               fuertísimo  por  la  noche  fuerza  una  entrada  de  energía
               (comida)  al  cuerpo  y  al  acostarse  a  dormir  básicamente  se
               reduce el uso de energía, lo cual fuerza un “almacenamiento”
               (sobrepeso). Es un aspecto de pura lógica, la cena debe ser
               como la de un mendigo y no como la de un rey.

                     En mi caso, tuve que cambiar  mis hábitos para poder
               vencer la obesidad. Mi costumbre, cuando estaba obeso, era
               la de no desayunar. Sólo me tomaba un café temprano en la
               mañana y con eso me iba a trabajar. Al almuerzo comía “lo
               que apareciera”, sin pensarlo mucho. La cena siempre era la
               mayor  ingesta  del  día.  Siempre  la  cena  era  alta  en
               carbohidratos  refinados  (arroz,  pan,  papa,  etc.)  más  algún
               postre dulce. Después de esa cena me daba tanto sueño que
               generalmente me quedaba dormido mirando la televisión. Era
               el  equivalente  de  llenar  los  tanques  de  gasolina  de  un




                                          100
   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108