Page 80 - El Poder del Metabolismo
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ESTRÉS, ES VERDAD QUE ENGORDA
La hormona cortisol es parte vital de nuestro sistema
interno de ALARMA. El cuerpo produce esta hormona con el
propósito de manejar cualquier emergencia que se haya
detectado en el ambiente. Es una hormona que prepara al
cuerpo para huir o para pelear. Fue diseñada por la naturaleza
para poder sobreponernos a una situación peligrosa utilizando
el máximo de nuestros recursos físicos y mentales. Por esta
razón cuando se produce la hormona cortisol en respuesta a
una situación de estrés el cuerpo responde a esta hormona
produciendo unos cambios internos que nos ayudan a
sobrevivir el supuesto peligro o amenaza. Son cambios
internos como subir la presión arterial (por si hay que correr
o pelear) y como aumentar grandemente el nivel de glucosa
(azúcar de la sangre) a niveles más altos (para que las células
tengan suficiente energía disponible para combatir la
amenaza), entre otros.
Si la fuente de estrés fuera un tigre que nos persigue
para descuartizarnos, todo el exceso de glucosa que el
cortisol puso en nuestra sangre sería consumido por nuestro
esfuerzo de correr para alejarnos del tigre y no habría glucosa
excedente después del periodo de estrés. El problema es que
cuando la fuente del estrés es de corta duración, digamos una
mala noticia, los niveles de glucosa aumentan debido al
cortisol, pero al no ser consumidos por las células se
convierten en grasa para almacenar. La glucosa es la fuente
de energía principal de todas las células de nuestro cuerpo
pero, cuando no se utiliza y está excedente, el cuerpo la
convierte en grasa para almacenarla como fuente de energía
para una ocasión futura. De aquí que el estrés produce un
exceso de glucosa en la sangre a través de la acción de la
hormona cortisol y ese exceso de glucosa termina
depositándose en nuestra cintura, caderas y abdomen en
forma de grasa. Sí, el estrés engorda.
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